Vuelvo a las relaciones: ¿Cómo podemos saber si una relación es auténtica? Primero… por relación auténtica me refiero a una relación donde hay una comunicación real entre las personas. Se podría argumentar que sin esto no hay relación realmente, simplemente personas que interactuan.
Partiendo de la base de que la comunicación ha de ser real, tenemos dos factores importantes: primero, que el emisor de un “mensaje” sea honesto y no oculte o intente engañar al otro y segundo, que el receptor reciba de buena fe esta comunicación. Basicamente honestidad y confianza. Por supuesto, ha de ser algo bidireccional.
La honestidad es lo que hace que el emisor de cualquier comunicación se exprese desde su verdad, sin intenciones ocultas, sin engañar o pretender influenciar cómo recibe el mensaje el otro. Simplemente se expresa tal cual es.
La confianza es lo que hace que al escuchar o recibir esa comunicación, el receptor sepa con certeza que el otro es honesto y reaccione desde esa premisa.
Cuando se dan estos dos factores en ambas personas, la comunicación puede ser auténtica y puede ser recibida como tal.
Así, por ejemplo, alguien que miente para manipular lo que piensa el otro no está siendo auténtico, pero al mismo tiempo alguien que cuestiona los motivos de una persona que está siendo honesta, no es capaz de recibir la comunicación e introducirá elementos “falsos” que “ensuciarán” el mensaje.
El problema está en que nunca podemos estar seguros de que el otro está siendo honesto, no tenemos “pruebas” y normalmente solo podemos tener una confirmación negativa si el otro miente y lo descubrimos. Por lo que la confianza es de alguna manera un “salto de fe”. Y digo esto porque no creo que sea necesario jugar a ser Sherlock Holmes en nuestras relaciones. Me parece mucho más sano simplemente comenzar confiando.
Pero puede pasar que una acción del otro nos “genere” desconfianza. En ese momento tenemos varias opciones, pero creo que debemos ser muy conscientes del potencial para dañar una relación que hay en cualquier reacción, ya que a no ser que el hecho sea algo muy claro, siempre estará la posibilidad de que todo el problema esté en nuestra interpretación.
Por eso, la honestidad de simplemente expresar lo que sientes creo que es algo muy valioso. En ese momento puedes mostrarte tal cual eres y simplemente expresar que sientes esa desconfianza. Sin acusar, sin juzgar. La reacción del otro probablemente contenga información valiosa que puede ayudar a sacar conclusiones más certeras…
Y hablando de interpretaciones, hay un tema con el que hay que tener cuidado: los flashbacks emocionales. Éstos pueden destruir una relación en un instante.
Un flashback emocional es básicamente un estado provocado por algo que nos ocurre en el presente pero que toca una herida del pasado que incluso podemos desconocer conscientemente. Revivimos de alguna manera el trauma original a través de la situación actual, reaccionando de forma desproporcionada (si no identificamos este estado a tiempo).
Creo que es muy dificil tener una relación auténtica si tenemos asuntos sin resolver que nos provocan este tipo de reacciones, o al menos si no somos capaces de verlos a tiempo y no lanzárselos indiscriminadamente a la otra persona. El problema es que en ese momento no hay confianza, y no hay honestidad. Es cierto que puede ser una falta de honestidad inconsciente, pero está ahí. En cualquier caso, el otro verá simplemente a una persona que reacciona de forma desproporcionada a algo que ha hecho o que ha ocurrido, sin poder entender qué pasa realmente.
Está claro que algo tan sencillo como la confianza y la honestidad esconde debajo un montón de aspectos y sutilezas que no siempre hacen que sea fácil relacionarse con el otro. Pero creo que poner consciencia en estos aspectos puede ayudar mucho a identificar los problemas en las relaciones antes de que se acentúen, así como a saber cuándo (si es necesario) alejarse de ciertas personas para cuidarse a uno mismo.
Además, poner consciencia en estos aspectos es importante para identificar en qué momentos no somos honestos, cuándo no confiamos y ver de donde viene todo eso… conocernos a nosotros mismos y saber dónde están nuestras carencias, nuestras dificultades, para poder afrontarlas directamente, sin “echar balones fuera” y minimizando el daño que podemos hacer a los demás con nuestros asuntos sin resolver.
Revisando este texto me doy cuenta de que hay un aspecto que no está claro y realmente este es un asunto bastante más complejo de lo que parece… ¿Qué pasa cuando alguien piensa que está siendo honesto pero en realidad hay algo oculto en el inconsciente que es lo que realmente motiva su comportamiento? ¿Qué pasa si el otro sospecha que esto ocurre?
Para mí, lo importante es la intención de ser honesto desde tu autoconocimiento actual. Desde lo que puedes ver de ti mismo. Y creo que es importante confiar igualmente desde ese lugar. Cuando alguien con quien te relacionas cuestiona tus motivos alegando que hay algo inconsciente que está influyendo en lo que haces o dices, no solo no ayuda, también es dañino, ya que de alguna manera anula el poder que tienes sobre ti mismo para decidir o actuar libremente. Es colocarse en un lugar «omnisciente» de analista que no le corresponde a esa persona, y puede ser usado para anular/manipular.
Si incluimos el inconsciente probablemente nadie sea realmente honesto nunca, a no ser que sea alguien que haya hecho un profundo trabajo de mirar su sombra, y aún así habrá aspectos que no conozca de si mismo…
Por eso, hablo de que al confiar el receptor recibe el mensaje «de buena fe», porque creo que es importante darnos cuenta de que la mayoría de las veces el otro no tiene una intención de dañarnos, al menos no conscientemente, y creo que es sano partir de esa premisa inicial. Si alguien con intención de ser honesto, posteriormente descubre (posiblemente con ayuda de una terapia) que efectivamente había una motivación oculta inconsciente en sus acciones, lo comunicará con esa misma honestidad. Y eso refuerza la confianza, por muy difícil que pueda ser esa situación.
Solo podemos actuar desde lo que somos conscientes.