Falacias para defender relaciones abiertas…

Escuchando a personas defender el modelo de “relación abierta” me llama la atención como casi siempre esta defensa se hace contraponiendo este modelo con lo que ellos entienden por relación monógama, pero que está muy lejos de lo que realmente significa una relación exclusiva sana… Una especie de “hombre de paja” que pretende mostrar la relación abierta como el summum de la libertad opuesto al opresivo modelo “tradicional”.

Photo by Caleb Ekeroth on Unsplash

Escudándose en una supuesta imposición y extendiendo ésta a otros ámbitos de la vida como la amistad u otro tipo de relaciones sociales, da la impresión que una persona en una relación monógama es una especie de prisionero vigilado constantemente que no puede ni sentir atracción por otra persona que no sea su pareja ni tener relaciones cercanas con miembros del sexo opuesto. Una pesada losa impuesta sobre su espalda que ha de arrastrar mientras comprueba que su pareja hace lo mismo…

En fin… No tengo nada en contra de las relaciones abiertas, tampoco en contra de las relaciones poliamorosas. Creo que cada persona es libre de elegir de qué forma se quiere relacionar en el contexto romántico, y desde el consentimiento mutuo y el respeto cualquier arreglo puede ser válido.

Otra cosa es que para defender un modelo tengamos que aplastar otro usando falacias, por muy comprensible que sea el entusiasmo de alguien por haber encontrado un modelo de relación que le guste más, o el desencanto por otro modelo después de haber tenido alguna relación tóxica…

En este caso, lo que estos defensores de las relaciones abiertas denominan “imposición” no es tal, ya que es una decisión consciente tomada por cada persona en una pareja monógama. Esa decisión está tomada desde la libertad de cada uno, y mientras se mantenga en cada uno, la pareja continuará. En el momento que uno de los dos decida que quiere algo distinto, la pareja se adaptará o se romperá, siempre por la libre decisión de las personas involucradas.

Así, nadie te obliga a no acostarte con otras personas, simplemente tú no tienes esa necesidad, ese deseo. Es una decisión desde tu libertad. Si eso no es así, si tú sí quieres realmente tener relaciones sexuales con otras personas, entonces simplemente estarás siendo deshonesto al meterte en una relación monógama. Porque no es lo mismo sentirte atraido por otra persona que acostarte con otra persona, y el mito de que cuando estás en pareja solo te atrae tu pareja es eso… un mito. 

En una relación sana donde hay claridad, honestidad y sobre todo confianza, cada uno expresa sus necesidades y deseos y solo en caso de que sean compatibles se podrá dar una relación de pareja. No se pretende cambiar al otro, u ocultarle partes de ti que podrían no gustarle. Te muestras tal y como eres. Te acepta tal y como eres.

Otro punto del que se suele hablar es el hecho de que supuestamente en una relación monógama no puedes tener relaciones cercanas con alguien del sexo opuesto. Parecería que por el mero hecho de tener una relación monógama los celos ya estarían justificados. Nada más lejos de la verdad.

En una relación donde hay honestidad y confianza los celos se hablan como parte de lo que tú eres. No desde el reproche, no desde la culpa, sino desde un lugar de auto-responsabilidad donde te haces cargo de tus sentimientos. De esa forma no impones al otro un comportamiento que te haga sentir “seguro”, que no te haga sentir cosas incómodas, y desde ese lugar cada uno puede ejercer su libertad sin problema, tener las amistades que quiera y con quien quiera.

Esto no es algo “exclusivo” de las relaciones abiertas… La libertad es algo universal. Una pareja monógama lo es porque quiere y mientras quiere.

De la misma manera la imposición y la falta de libertad no son monopolio de las relaciones monógamas…

De hecho, muchas relaciones abiertas tienen normas que se imponen el uno al otro para darse algo de seguridad en la pareja. Por ejemplo: Dejar de acostarse con alguien si empiezas a “sentir algo”, o no acostarse con personas conocidas/amigos, etc… Normas que pretenden cercenar cualquier posibilidad de que la situación se les vaya de las manos…

Así mismo, en una relación de poder, muchas veces la relación abierta es impuesta al otro bajo la amenaza de dejarlo. El que se autopercibe como más poderoso (ya sea por atractivo, estatus, etc…) se puede permitir este tipo de chantajes ya que piensa que el otro sucumbirá al ser más dependiente.

La relación abierta no va a resolver una dinámica tóxica, y muchas veces la hará más aparente…

Por último: A mi personalmente no me gusta demasiado etiquetar así las relaciones, como si fueran contratos que efectivamente una vez firmados has de cumplir aunque llegue un momento en el que no te sirvan…

Una relación no te tiene que dar seguridad, no es su función…

Me parece mucho más útil reconocer que una relación es solo mientras las personas involucradas quieren que sea. No hay más… Y será si éstas están de acuerdo y son compatibles… No hay más… Mientras haya una disposición a la apertura, honestidad, comunicación clara y amor, la relación será un éxito, y fluirá y cambiará, se adaptará y romperá de la forma más adecuada y en su momento perfecto… sin aspavientos, sin reproches, con consciencia y amor…

Las imposiciones vienen del miedo y la inseguridad, y eso es algo que nadie te va a resolver si tú no te paras a mirar hacia dentro…