Llegó el día: colas en los colegios electorales, encuestas a la salida, tweets de gente votando… en definitiva: el pueblo eligiendo a sus representantes que llevarán nuestros pueblos, ciudades y gobiernos autonómicos. ¡Bien! ¿no?
Hay un ligero problema… en esta democracia solo podemos elegir quién se beneficiará de governar durante los próximos cuatro años. ¿Hay reamente poder de decisión cuando solo podemos elegir a un grupo de políticos de entre otros grúpos de políticos? Todos tienen algo en común: Son políticos.
Cuando vas acumulando años y en la vida ya has dado unas cuantas vueltas, te vas dando cuenta de lo que realmente es importante y lo que no lo es tanto… Y en las relaciones aprendes a valorar mucho a personas que han estado y siguen dispuestas a estar ahí aún cuando la forma de relacionarte con ellas haya cambiado.
La pareja es algo ya de por si complejo, pero con la edad se vuelve más complejo aún ya que normalmente somos más «especialitos» con nuestras cosas y unir dos mundos tan definidos no es facil.
Me fascina el mundo de los sueños, siempre lo ha hecho, y desde muy pequeño he buscado un significado, una clave, en multitud de libros, artículos o programas que se mueven entre la psicología y lo esotérico…
Mi conclusión es que en realidad todo debería de ser mucho más sencillo…
Fotograma de «La ciencia del sueño» la fantástica película de Michel Gondry
Los sueños como herramienta de comunicación interna
Una de las ideas más típicas es la de buscar algo simbólico en los sueños que nos puede dar algún tipo de comprensión sobre nuestro inconsciente. Esta idea me parece interesante, pero creo que es importante que sea la persona la que interprete su sueño, no usando herramientas de interpretación genéricas, sino asociando ella misma lo vivido en el sueño y su relación con la realidad, viendo como se siente… Una clave es recordar que todos los personajes de un sueño son en realidad tú. No las personas reales que represntan…
Los sueños como herramienta para sentir
Para mi un grán descubrimiento fue esta idea de que los sueños nos permiten experimentar emociones que no nos permitimos vivr en la vida real. Puedes, por ejemplo, reprimir el enfado en tu vida consciente y si no sale por otro lado, un sueño donde lo sientes a tope, gritas, pegas o lo que sea, será muy terapéutico. Lo mismo con la tristeza, la culpa, etc…
Los sueños como herramienta para experimentar
Por último, y algo relacionado con lo anterior, está la posibilidad de vivir los sueños como una oportunidad de vivr experiencias «alternativas» a tu vida real. Podría ser una manera de ver «qué pasaría si…» o «qué hubiera pasado si…» que combinado con las emociones relacionadas que sientes en el sueño nos pueden aportar mucho. Como una experiencia real que nos ayuda a conocernos mejor, aunque símplemente vivir esa experiencia puede ser ya en sí suficiente «premio»
Yo recuerdo con mucho cariño los sueños que yo llamo «de aventuras», en uno era un piloto de una nave espacial en una batalla frenética que terminó con mi nave estrellándose sobre un planeta… otro parecía una escena de acción sacada de una película de Harry el Sucio… ¡Diversión asegurada! Pero mis favoritos sin duda son los de volar…
Así mismo, los sueños nos permiten reconciliarnos con personas que ya no están: tener esa última conversación, ese abrazo o despedida que, por ejemplo, tu padre no te pudo dar en la vida real… Puede ser tremendamente sanador…
Y no necesita nada más.. nada «esotérico» para darle un significado «extra». Es suficiente el hecho de poder vivir esa experiencia como si fuera real, porque ¿Quién asegura que la vida no es tan solo un sueño con coherencia entre cada «sesión»? Con las teorías de la simulación y avances en la física cuántica ya no queda claro qué es realmente la realidad… por lo tanto tampoco despreciemos esas experiencias vividas en nuestra intimidad inconsciente… son tan válidas como cualquier otra…
Los sueños como herramienta para la creatividad
Añado esto último que aunque me parece obvio, es cierto que no deja de ser importante… Cuánta gente dice haber encontrado la solución a un problema complicado, incluso matemático, en un sueño? ¿Cuántos han compuesto una de sus mejores canciones? Los sueños son espacios donde conectamos con una parte de nostros más profunda, una inteligencia más allá de la lógica mental y pueden producir resultados espectaculares…
Soñar es genial… Lo difícil a veces es recordar los sueños, y esto complica todas las experiencias de las que hablo arriba. Los pocos consejos que tengo para mejorar esto son;
Acostarte pronto y sin demasiadas cosas en la cabeza.
Dormir la siesta (esto suele producir, al menos en mí, sueños más bien rallantes y extraños)
Apuntar lo poco que recuerdes nada más despertar. Normalmente al apuntarlo te vas acordando de más, incluso a veces horas después de despertar.
Nada más… a disfrutar de la vida y de esa parte más «misteriosa» que todos llevamos dentro… Y si quieres inspiración, La ciencia del sueño puede ser una buena elección para ver una noche de estas…
Creo que he mencionado esta idea muchas veces, pero ayer en las fiestas de San Isidro me chocó como han cambiado las cosas, y aunque en apariencia pueda parecer que es a mejor, creo que en realidad es todo lo contrario…
Un video en loop en el escenario de Las Vistillas repetía un mensaje (muy condescendiente en mi opinión) explicando todas las facilidades que había puesto el ayuntamiento para que las fiestas fuesen seguras y accesibles para todo tipo de público haciendo hincapié en discapacitados y mujeres, explicando todas las formas de denunciar una agresión machista (o sospecha de agresión) con puestos, grupos de whatsapp, etc… (curiosamente se olvidaron de los niños…)
Al margen del lugar en el que deja a las mujeres ese mensaje, y también al margen de que básicamente estaban haciendo publicidad para demostrar lo «virtuosos» que son de boquilla (estamos en campaña al fin y al cabo), para mi hay un asunto que me llama la atención y me parece muy perverso: la promoción del «cuidado vertical»
Los políticos te necesitan indefenso
Cada vez más, oímos el mensaje desde entornos políticos, normalmente progresistas pero también de derechas, de que el estado es el encargado de velar por nuestro bienestar. Y sí, en parte es correcto: Para eso está la policía y demás servicios disponibles para el ciudadano, así como la sanidad pública, la educación, etc…
Pero el problema llega cuando pasamos de tener disponible un servicio que podemos decidir cuándo y cómo usar, si lo necesitamos, a tener a una especie de ente superior que no solo está ahí para atendernos en momentos puntuales por nuestra propia decisión, sino además, vigilarnos y decirnos cómo actuar constantemente. Un poco como un padre pesado que no para de tratar a sus hijos como si fuesen bebés, impidiendo su desarrollo natural y su proceso de madurez…
Esta tarea que se han propuesto hacer los políticos de educarnos, decirnos como tenemos que pensar o actuar y, como en el caso de las fiestas: asegurarnos constantemente que están ahí para nosotros (que «nos cuidan»), es infantilizadora.
Y es una forma de organizar el apoyo que va de arriba a abajo, con ese ente que tiene el poder distribuyendo esos «cuidados» a los ciudadanos como si fuesen los profesores en un patio del recreo, cuidando que los niños no se hagan daño mientras juegan.
Los seres humanos tenemos un cerebro espectacular. Una mente pensante que está siempre maquinando y analizando todo lo que ocurre tanto fuera como dentro de nuestra persona.
Pero toda esta inteligencia tiene una consecuencia negativa importante que nos impide, primero: tener una experiencia plena de quiénes somos ahora mismo, no en el pasado o en el futuro… sino ahora en el presente. Y segundo: nos engaña con una sensación de progreso, de evolución o aprendizaje que es falsa…
Somos tan inteligentes que hemos conseguido engañarnos a nosotros mismos, tan bien, que podemos estar años así, sin darnos cuenta…
Porque el problema de este aprendizaje mental es que no lo llegamos a integrar. No pasa a ser parte de quién somos. Es simplemente algo que analizamos con nuestra mente, por lógica nos parece bien, y nos forzamos a actuar.
Es muy diferente cuando eres espontáneo, cuando haces lo que sientes, a cuando actuas como piensas que tienes que actuar. En el primer caso expresas quien eres, pero puede ser algo impredecible, inadecuado a veces, con un alto riesgo de producir rechazo en los demás. Lo que pasa es que en el segundo caso lo único que haces es disfrazarte. Ocultarte para actuar como «es debido».
Y no solo como esperan los demás… Esto puede ocurrir cuando te autoconvences de que algo nuevo que acabas de aprender es mejor y te fuerzas a cambiarlo. Por ejemplo, cuando la gente descubre la «espiritualidad» desde la mente y empiezan a meditar, a decir que aman a todo el mundo, etc…
Pero no es real… es solo que usando la lógica cerebral has llegado a la conclusión de que tienes que actuar o sentir de una cierta manera para «ser mejor» y lo haces… pero no lo integras. No es real…
El amor
Y ya que menciono el amor, voy a seguir por ahí… Se habla tanto de lo importante que es el amor en el mundillo espiritual, de que somos uno y todo eso, pero normalmente se hace de esta forma… como un pensamiento que «tiene que ser así», y no… no tiene que ser de ninguna manera…
Tú no tienes por qué sentir que eres uno con nadie, ni tienes por qué sentir amor por otra persona. Esto no va de pensar «¡Hey, el mundo sería mejor si todos nos amásemos los unos a los otros!» y forzarse a hacerlo. Vas a recibir de vuelta todo el cabreo y desamor que no ves en ti, tu disfraz se va a romper enseguida y saldrá quien eres… más tarde o más temprano…
No… simplemente se trata de ser quien eres, amar cuando ames, odiar cuando odies. Ya está…
El amor, como fuerza integradora que hace que nos sintamos parte de algo más grande, no tiene sentido cuando se fuerza, porque entonces no es más que una actuación, y seamos sinceros: no solemos ser muy buenos actores… Y sí, esa actuación podría dar la apariencia de armonía, incluso una sociedad podría parecer muy avanzada funcionando así, pero solo en la superficie, porque escondería todo lo «feo» que no queremos ver en nosotros, todo lo que rechazamos, todo el odio, todo el egoismo, el miedo… y acabaría saliendo por algún lado…
La educación
Nunca he sido muy fan de la educación en general. No sabía muy bien por qué, quizás un «espíritu adolescente», rebelde, que me salía en contra de cualquiera que te dijese lo que tienes que hacer, o cómo tienes que ser… la moralidad impuesta… quizás por eso me encanta “Another brick on the wall”…
Pero pensando en esto de lo que hablo aquí, me doy cuenta de que justo la educación representa este principio de una forma muy explícita: Se trata de inculcar un comportamiento a un niño que viene libre de condicionamientos. Enseñarle cuál es la forma correcta de actuar en la sociedad/cultura en la que ha nacido. Y al ser desde muy pequeño, muchos de estos aprendizajes calan en el inconsciente volviéndose automáticos, pero siguen siendo algo aprendido desde la cabeza y muchas veces van en contra de quién el niño es a un nivel más profundo, creando una gran insatisfacción una vez han conseguido que ese niño se resigne a cómo funciona el mundo a su alrededor.
La mente y el aprendizaje…
Actuar desde la lógica y no desde lo que sientes…
Acabar con la intuición…
El verdadero aprendizaje
No sé si tiene sentido hablar de aprendizaje, aunque a mí me gusta mucho hablar de «la toma de consciencia» porque supongo que me parece algo diferente…
Tomar consciencia implica simplemente ver un poco más lejos… incluir algo que antes desconocías y que simplemente al verlo te cambia la perspectiva. Pero esto no puede ser enseñado, no puede ser impuesto…
Tampoco estoy diciendo que no se enseñe nada a los niños, pero sí que sea lo mínimo y no desde el «esto está bien, esto está mal» sino más desde un entender que hay ciertos «acuerdos» y costumbres, que tenemos que aceptar el mundo al que venimos y a veces hay que adaptarse, pero no es lo mismo ponerse un traje, sabiendo que es algo puntualmente necesario que autoconvecerte de que tú eres el traje… y te encanta.
Por eso me molesta cuando, por ejemplo, se obliga a los niños a dar las gracias. Parece que lo único que importa es la apariencia de agradecimiento, la convención social. Y sí, tú puedes explicarle al niño que es una convención social y que con ciertas situaciones se espera que lo hagas, pero no hace falta hacerle sentir culpable o inadecuado por no sentir agradecimiento en ciertos momentos. Es lógico que no lo sientan… son inmaduros por naturaleza… pero muchas veces los adultos solo queremos que se «porten bien» por nuestra propia comodidad o porque nos da verguenza que “la líen” en público, cuando es lo más normal siendo niños…
Yo prefiero que si mi hijo me da las gracias sea porque sale de él de forma natural, porque lo sienta, no porque le haya machacado yo tanto que al final «sucumba» y se porte así por miedo…
Y como esto todo lo demás: los modales, la forma de hablar, jugar, expresarse, etc… Me da la sensación de que los adultos somos unos «aguafiestas» que perdimos nuestra espontaneidad y no podemos soportar verla en los que aún la tienen…
En fin…
Al final es eso… la espontaneidad… pero cuidado: ahora tu cerebro puede decir que lo «lógico» es ser espontáneo y empezar a forzarte a serlo porque «es lo correcto»… no… no funciona así… se trata de quitarse cadenas, no de ponerse cada vez más…
Quería poner «struggle of modern relationships» y no se si la traducción es la más adecuada… en fin… Empezamos:
Veía un video de un psicólogo que habla mucho sobre las relaciones desde un punto de vista crítico con el feminismo moderno, y comentaba el hombre que muchas mujeres con las que habla le comentan que son mujeres de éxito, con una carrera potente y buen sueldo, responsables y de «alto valor», y se ven en la situación de no encontrar hombres que estén «a su altura» para comenzar una relación. Se tienen que conformar con hombres de menos éxito o «valor» y muchas de ellas casi prefieren quedarse solas.
Ante esto, el hombre comenta algo así como «bienvenida al mundo de los hombres», dando a entender que esa es la posición que han tenido los hombres tradicionalmente, aportando todo ese valor en la relación para una persona que «claramente está por debajo»
No voy a entrar en el tema de si es la mujer o el hombre, o qué rol han de tener en una relación. No me interesa… Lo que me interesa es la visión transaccional que estas personas (sean hombres o mujeres) muestran al expresar esta queja.
Hay algo que no se puede concretar pero es importante igualmente. Algo que nos define ante el mundo y normalmente nunca llegamos a verbalizar. Es una esencia, llámalo «tu ser» si quieres.
En física, cuando un cuerpo comienza a moverse, al serle aplicada una aceleración, adquiere una velocidad. Si no actúa ninguna otra fuerza sobre ese cuerpo, se seguirá moviendo a esa velocidad para siempre. Si lo ves venir, sabrás de forma intuitiva cuando va a llegar al punto donde estás. Vamos… como cuando juegas al tenis…
En la vida cotidiana, hay muchas formas de «inercia» que se pueden percibir y que nos pueden ayudar en varios aspectos… especialmente si son «generadas» con una intención clara.
Ya escribí sobre esto de forma general hace un tiempo: la frasecita de marras de Simone de Bouvoir… pero el otro día vi un ejemplo perfecto de lo dañino de esa forma de entender la vida que da carta blanca a la instrumentalización del dolor ajeno para avanzar tu causa.
Se ha hecho viral la denuncia que han hecho unas chicas a un policía que se había infiltrado en movimientos sociales en Cataluña y durante años mantuvo relaciones con ellas, alguna de más de dos años según leo.
Hubo una época en la que mis hijos no habían nacido aún y yo era un chavalín inconsciente que deambulaba con sus movidas de un lado a otro, pero sin embargo ellos estaban presentes.
Si se lo dices te mirarán incrédulos… “¿De que me hablas?” podrían preguntar… Pero eso solo es la superficie de un mar inmenso que nos azota a todos: la eternidad; la permanencia…
Sé que nunca llegué a verte realmente. Creé una imagen de ti en mi mente y di por supuesto que esa imagen eras tú.
Para bien o para mal, no fui capaz, o mejor dicho no quise mirar más limpiamente para conocer a la persona que se escondía detrás de mis suposiciones, mis conclusiones y prejuicios porque era más cómodo, más fácil.
Hace muchos años escribí una historia corta donde el protagonista, un anciano de la época antigua, subía todos los días a una montaña a medir la posición de una “estrella”.
En la historia, escrita desde el punto de vista del hombre, él mencionaba como las horas eran más largas en verano, y no se si entraba a hablar en detalle sobre esta idea, pero si recuerdo haber pensado que por lógica, la humanidad en sus tiempos más antiguos, debió haber medido el tiempo en base a la salida y la puesta de sol (en realidad, viendo los antiguos relojes de sol queda bastante claro), por lo que en invierno (en el hemisferio norte), si dividimos el día en un número fijo de horas, éstas serían más largas en verano, cuando el día dura más…
Ayer me encontré con un video donde explican como en Japón, hasta hace no demasiados siglos, los relojes medían el día en horas que eran de diferente longitud dependiendo de la estación, y también por supuesto, de diferente longitud durante la noche… Ésto me recordó a mi historia y me volvió a llevar a pensar en como los diferentes modos de medir el tiempo influyen en nuestra vida.
A veces pienso que las despedidas definitivas son mejores cuando ninguno sabe que lo son. Cuando puedes mirar atrás y recordar ese momento donde viste a esa persona por última vez, sin saber que sería la última.
No puedo empezar a enumerar todo lo que este hombre ha significado en mi vida… Desde que tengo recuerdos sus discos han sido un acompañamiento permanente, y su voz, su pedazo de voz igual…
Fotograma de «El Gran Dictador» de Charles Chaplin
Siguiendo la linea de lo que lleva ocurriendo ya años, volvemos a tener otro episodio donde se pone de manifiesto la necesidad de control, el autoritarismo, el intento de infantilización forzada de la gente y una posición de superioridad moral esperpéntica digna de cualquier dictador de tres al cuarto sacado de nuestro oscuro pasado y actualizado con vestimentas de colores y purpurina.
Hace poco me surgió un encargo diferente: pinchar música en una fiesta (principalmente de gente más bien mayor). Me pasaron una pequeña lista de temas que les gustaban con estilos que iban desde el disco de los 70, pasando por música española desde los 60 hasta los 90 y temas sueltos por ahí mas modernos. Vamos… una selección super variopinta de canciones que yo (en teoría) debía usar como base para elaborar una playlist de 3 horas de estilos “similares”.
Escuchando a personas defender el modelo de “relación abierta” me llama la atención como casi siempre esta defensa se hace contraponiendo este modelo con lo que ellos entienden por relación monógama, pero que está muy lejos de lo que realmente significa una relación exclusiva sana… Una especie de “hombre de paja” que pretende mostrar la relación abierta como el summum de la libertad opuesto al opresivo modelo “tradicional”.
Hay una máxima en la improvisación: dar siempre un «sí». Esto lo sé porque un amigo mío trabaja con este tema.
Cualquier situación que se presenta durante la improvisación se acepta, se integra y se juega con ella… ¿Por qué no jugar también con las situaciones que se nos presentan en la vida?
Vuelvo a ver el Show de Truman, un peliculón en toda regla, y me fijo en algunos detalles… “toma de consciencia” lo llaman… o “darse cuenta” por decirlo de forma menos pretenciosa…
Recuerdo la primera vez que fui a ver una charla de Sergi Torres… en un pequeño local de Lavapiés hace unos 9 años. Ya había escuchado alguno de sus videos y me fascinaba su capacidad para desentramar la aparente complejidad de la vida, las relaciones, la consciencia…
Hoy acabo de ver su última charla en Barcelona, parece que última en el sentido literal… no habrá más… un final, un principio, no tengo ni idea…
He visto el vídeo de Rigoberta Bandini “Ay Mamá” y la respuesta de los Meconios “Ay Papá”, presentada como parodia pero igualmente con un tinte emotivo en su reivindicación de la labor del padre en la crianza. Hay algo que no me ha gustado en ambas canciones y es el intento de politizar este tema tan fundamental en nuestras vidas.
En concreto me estoy refiriendo a la línea donde habla del miedo a las tetas/penes y donde en la versión sobre los papás aprovecha para hablar de la criminalización del hombre. En la original, en el vídeo, te mete la “pullita” de la teta gigante destruyendo a la nave “hombre”.
La deriva narcisista de las redes es algo que cada vez me llama más la atención… Un paseo por Twitter, Instagram, Facebook o Youtube se convierte en un complicado ejercicio de filtrado donde cada vez es más dificil encontrar contenido honesto y que merezca la pena.
Parece que hemos normalizado el “clickbait” hasta tal punto que creo que hay gente con contenido honesto que al final acaba sucumbiendo a esta práctica porque ven que “es la única manera” de conseguir algo de atención… Titulares engañosos o directamente falsos, fotos trucadas, etc…
Hoy voy a hablar de algo ligeramente diferente, aunque al final va todo hacia el mismo lugar…
Me voy a meter de lleno en un tema polémico más que nada porque todo el mundo, incluso gente con cero experiencia personal en la crianza, tiene una opinión.
Yo también tengo mis opiniones y mi experiencia como padre de dos niños (ahora adolescentes, uno de ellos recién llegado a la mayoría de edad).
El resumen de lo que quiero decir es básicamente el título de este texto, pero voy a entrar a explorarlo:
Hay una frase famosa, cliché ya, que siempre me ha resonado como absurda, es la muy repetida «Lo personal es político» de Simone de Beauvoir. Ignoro el contexto en el que pronunció esta frase, y la conexión que voy a hacer es totalmente mía, sin bases históricas… pero interesante para mi…
Ay ay ay… todo vuelve, las viejas modas, los pantalones campana… vienen, se van… Pero si hay algo constante es la obsesión de algunas personas por controlar la vida de los demás… ya sea por religión, ideología o cualquier otra razón…
En fin.. Lo del nuevo puritanismo y atacar a mujeres que se visten como les de la gana no es nada nuevo, pero ahora vamos un paso más allá con eso de que el PSOE quiere prohibir la prostitución. Y tal y como está redactada la nueva ley, también la producción de contenido sexual… Dentro de poco nos dirán como vestir o cuanta carne se puede enseñar al ir por la calle… ¿Prohibirán también darse el lote en público? Parece que los que tienen nostalgia de la época franquista son ellos… (por cierto… que el PP parece apoyar esta ley… se juntaron los rancios con los “modernos” pero todos igual de autoritarios…)
Recuerdo cuando decían que ver películas violentas fomentaba la violencia, cuando decían que los videojuegos violentos igual… Ahora es la pornografía la que por lo visto fomenta las violaciones… Que los estudios reales no corroboren semejantes burradas pues ¿Qué mas da? La verdad no es importante… Ejercer el poder sobre los demás e imponer sus ideologías es mucho mejor…
¿Y si finalmente ocurre? Pues toda esa industria se largará del país y producirá desde fuera. Muy bien eso de echar a la gente que da trabajo y produce dinero. Dinero del que se recaudan los impuestos que hacen posibles todos los servicios públicos, por cierto… ¡¡Ah no!! Qué siempre podemos aumentar la deuda y ya está… que el dinero es gratis…
Es curioso que se habla mucho de no juzgar a los demás, como si fuese algo malo cuando justo ese principio lo que de alguna manera promueve es la idea de que no hay acciones «malas» ni «buenas». Por otro lado, realmente no se trata de no juzgar sino de ser consciente de nuestros juicios, haciéndonos cargo sin proyectarlos en el otro… Por eso no está ni bien ni mal juzgar, es algo humano que hacemos, y como toda acción humana quizás podríamos empezar por prestar atención al lugar desde donde nace.
¿Recuerdas cuando eras pequeño o pequeña? ¿Cuando hacías una carrera con tus amigos? Si ganaste alguna vez y saltaste de alegría quizás por tu boca salieron las palabras: “¡¡Soy el mejor del mundo!!”
Yo recuerdo las competiciones de salto en bici por el monte, marcando con una raya en la arena el récord de salto y las horas que nos pasábamos intentando superarlo… lo mantuve unas semanas… hasta que otro amigo consiguió un salto espectacular… teníamos 11 años y ese era nuestro mundo…
Vivimos tiempos difíciles para la individualidad (que no el individualismo). Lo que llaman igualdad al final pretende que nadie sobresalga en nada y que todos seamos indistinguibles, así algo icónico como ha sido siempre el coche se está volviendo utilitario, aburrido, feo y al final… irrelevante.
Dentro del espectro que va entre el autoritarismo y la libertad siempre me he posicionado claramente en el segundo campo con independencia de cualquier ideología política. Es cierto que hace mucho tiempo solía pensar que las ideas de izquierdas estaban más alineadas con la idea de libertad, cosa que los últimos años he ido viendo que es falso. Tampoco creo que las ideas de derechas vayan por ahí, por cierto…
Verónica Forqué se ha suicidado y al parecer su última aparición en la tv fue en un programa de mierda donde mostró su vulnerabilidad para inmediatamente ser el haz de reir de las redes (para esos va el título de este texto, por cierto).
Despertar temprano y buscar la distracción. Hacer algo porque hay que hacer algo, siempre, rellenando los huecos naturales que la vida deja entre cada cosa que ocurre. Tener una tarea para sentirte útil de nuevo y pensar: “Ahora hay algo que puedo dar, que puedo entregar y observar: ¿Hay una respuesta? ¿Sirve de algo? ¿Afecta al entorno?” Como un científico que experimenta tocando aquí y allá, mezclando una sustancia con otra… “Ah! Hay reacción!” Algo nuevo sucede y el sentimiento de satisfacción crece llegando a un pico para luego descender poco a poco… Volvemos a la “normalidad”… La vida continúa.
La música…. Vibraciones del aire que llegan a los oídos y producen toda clase de sensaciones. Siempre me he preguntado qué tiene la música que la separa de los demás sonidos “mundanos” como conversaciones irrelevantes, gritos reivindicativos o susurros intentando convencerte de algo con mayor o menor éxito…
La música, al fin y al cabo también cuenta cosas, también habla y puede querer incluso influenciarnos, pero no pretende nada, no exige tu acuerdo, le da igual tu interpretación, simplemente es, y lo que evoca al ser escuchada es tan personal y propio de cada uno, tan intimo que ni el artista podría anticiparlo…
Ayer se fue uno de los pensadores más importantes que hemos tenido el privilegio de poder escuchar y leer en España. Una persona que no solo ha reflexionado y abanderado la libertad individual en contraposición a las ideas colectivistas, si no que además ha tenido la valentía (osadía quizás) de evolucionar y cambiar su forma de pensar sin problema alguno a lo largo del tiempo.
Parece que el dinero lo puede todo, o al menos es lo que casi todo el mundo parece pensar, y como un hechizo lanzado sobre la población mundial, sus efectos han moldeado nuestra cultura y percepción de los acontecimientos desde hace muchos años, cada vez de forma más eficiente.
Pero, ¿Como se consigue semejante proeza? ¿Como se anula la capacidad crítica de millones de personas? El dinero no es suficiente, hace falta usarlo de forma correcta en lo que es realmente una guerra abierta contra la población mundial. Una guerra para conseguir eliminar cualquier atisbo de individualidad y capacidad creativa de pensamiento. ¿Para qué? Para nunca volver a ser una amenaza para los poderes establecidos.
Vuelvo a las relaciones: ¿Cómo podemos saber si una relación es auténtica? Primero… por relación auténtica me refiero a una relación donde hay una comunicación real entre las personas. Se podría argumentar que sin esto no hay relación realmente, simplemente personas que interactuan.
Partiendo de la base de que la comunicación ha de ser real, tenemos dos factores importantes: primero, que el emisor de un “mensaje” sea honesto y no oculte o intente engañar al otro y segundo, que el receptor reciba de buena fe esta comunicación. Basicamente honestidad y confianza. Por supuesto, ha de ser algo bidireccional.
Según escribo esto acabo de terminar de subir el disco nuevo a CDBaby para su distribución online después de todo el verano liado con la re-mezcla y masterización de los 9 temas que lo componen… Ha sido una paliza, pero en fin… en algún momento hay que darlo por terminado…
El disco lo componen 7 temas que fui publicando como singles desde las navidades de 2020 hasta finales de la primavera pasada (revisados con algunos elementos nuevos tipo coros/teclas/etc…) y dos temas nuevos que aún no he publicado. Estos dos temas cerrarán el disco y son:
The Answer is your Life: Un tema cañero, más garajero pero con toques psicodélicos sesenteros.
A New Leap of Faith: El último tema del disco y que al final le da el nombre ya que después de todo proceso intenso en la vida viene ese momento en el que puedes volver a abrir los ojos y ves el mundo de forma nueva…
Ambos temas junto a los anteriores 7 estarán disponibles el 1 de Octubre de 2021 (Justo dentro de dos semanas) si todo el proceso de publicación va como es debido.
En los libros de la serie de los robots de Isaac Asimov, se contaban historias que ocurrían en diferentes momentos del futuro de la humanidad, pero uno de esos momentos que me llamó mucho la atención fue lo que el autor llamaba la “primera ola” de expansión humana por el espacio.
Hoy, en la segunda luna llena de agosto, en una preciosa noche de verano, nos tomamos la última en la Higuera… como tantas otras noches pero esta vez de verdad…
Y es, en ese momento preciso, cuando todas las memorias comienzan a salir a borbotones… como las lágrimas de dolor cuando pierdes lo que de alguna manera ha sido tu segunda casa…
Circulan mucho ultimamente mensajes pseudo-newage donde se habla de conceptos como la responsabilidad personal, hacerse cargo, etc… y esto estaría genial si no fuera porque muchas veces las frases para facebook que se suelen compartir simplifican demasiado algo complejo o directamente extienden ideas dañinas.
Un concepto que creo que no se entiende bien es el de “el otro como un espejo”, y veo tanto casos donde se recibe como básicamente “toda la culpa de lo que te ocurre es tuya” o diréctamente se usa de una forma culpabilizadora hacia los demás, con frases tipo: No te han hecho daño, simplemente te duele que no se cumplieron tus expectativas.
Olor a tabaco, colillas y sudor… casi verano y el sol da bastantes treguas pero cuando pega: pega. Muy romántico todo esto mientras en realidad, el humo del cigarro me entra en los ojos y no me permite ni leer ni escribir con comodidad… una vez en la página, todo queda mejor. La realidad es aburrida, o la verdad, como decía Escorbuto: “puta frustración”
No suelo hacer ningún comentario político en esta página, lo que no implica que no tenga mi opinión sobre los hechos que han ido ocurriendo en nuestra sociedad los últimos meses, opinión que suelo reservar para mi círculo privado.
Tras lo ocurrido en Vallecas, me apetece expresar alguna reflexión.
Un pequeño intercambio en Facebook me motivó para recuperar el tema del arte. ¿Qué es el arte?
Es una pregunta sobre la que se ha escrito mucho y tiene su complejidad, especialmente porque el significado, o lo que a ojos del mundo hace a algo ser arte ha cambiado y evolucionado.
Actualmente creo que el término está pervertido y al servicio de una industria de “expertos” que lo usa para inflar el valor de según que artistas a ojos de un público que desconoce el valor de las obras y está dispuesta a pagar cantidades exageradas por estas.
Aquí voy a exponer lo que para mi significa la palabra arte, lo que me sirve en mi día a día y que de alguna manera me permite ser autónomo para decidir los “objetos” que yo considero arte y los que no. Ya adelanto que no es una definición que sirva para nada más que eso: una especie de “guía” personal.
Hace muchos años me compré una tableta gráfica de esas antiguas, sin pantalla, con la que podías dibujar con un lapiz especial en el ordenador. Siempre me ha gustado dibujar, aunque no es algo que haya practicado nunca en plan serio…
“Hermanas, ya nos emancipamos de los hombres, ahora todos y todas juntas, unámonos para emanciparnos del estado!”
Al contrario de lo que desde los diferentes poderes nos intentan hacer creer y promocionan activamente, nuestros problemas y nuestra felicidad no dependen realmente de ellos y muestro bienestar no será provisto desde «arriba».
Todo sistema vertical crea opresión y dependencia.
Ningún partido político te va a solucionar la vida, ninguna empresa va a cuidar de ti y al estado le importas un comino como persona. Los únicos que podemos cuidarnos, apoyarnos y ayudarnos a levantarnos después de una caida somos nosotros y nosotras juntos, creando relaciones horizontales de interdependencia…
Amistad, familia, familia extendida, vecinos, personas a nuestra altura que desde el amor y la inclusión del otro en uno mismo pueden darse sin esperar nada a cambio y recibir libremente, sin sentirse dependientes.
Ellos buscan aislarnos, promueven el individualismo y la infantilización de la sociedad para mantenernos dependientes y bajo su poder. Romper las cadenas es solo cuestión de empezar a hacernos cargo de nuestras vidas, tanto a nivel individual como colectivo, y dejar de esperar que nuestras necesidades sean satisfechas desde arriba.
Por eso brindo por restablecer los vínculos horizontales de apoyo mutuo y romper los verticales que nos someten. Feliz 8M y mucho amor!
El otro día leí un artículo del NYT… (por encima… es complicado absorber en su totalidad la basura en forma de texto que se presentaba allí…). No voy a poner un enlace a semejante aberración, pero no es difícil de encontrar…
En el susodicho, el autor nos intentaba convencer de las bondades de dejar atrás nuestro pensamiento crítico, que no perdiésemos el tiempo dando nuestra atención a según que fuentes de información, y que simplemente mirásemos qué dicen las fuentes oficiales sobre esas otras fuentes «chungas» que no deberíamos ni atrevernos a ojear…
Este es otro texto que escribí hace algo más de un año y me apetece compartir aquí en mi web ya que sigo viéndolo igual de relevante:
Hay una cuestión que me lleva mucho tiempo rondando la cabeza. Tiene que ver con la libertad de ser lo que eres y decidir desde el lugar en el que estás, con tus patrones inconscientes y tus momentos de claridad. Con el nivel de consciencia que tengas en este momento, que siempre es el que es, no el que a otros les gustaría que fuera, o el que otros piensen que deberías tener.
Hace algo más de un año escribí esto y lo comparto ahora en esta web. Fue antes del asunto del año pero visto lo visto creo que es más relevante aún. La foto la he puesto después en otro texto pero originalmente correspondía a este…
La emancipación es un derecho. Dejar de vivir tutelado por otros es algo fundamental para el crecimiento y la libertad personal. Pero esa emancipación también implica una responsabilidad. Implica hacerte cargo de tu propia vida, de tus emociones. De que cada uno es quien es y es como es y si en algún momento se te pasa por la cabeza pensar en que alguien debería cambiar lo que sea (y da igual el qué o el por qué, incluso el “alguien” que puede ser desde una persona concreta hasta la sociedad o el mundo en el que vivimos) el que “se lo tiene que mirar” eres siempre tú. Hasta que no asumes esto serás siempre dependiente, como un niño, de lo que otras personas hagan o dejen de hacer. Y ahí eres controlable y manipulable. Siempre que necesitas algo de alguien eres manipulable. Cuando aceptas es cuando puedes ser libre de verdad y desde ahí llegar a ser un verdadero adulto. Y que conste que la palabra aceptar no implica que algo te guste. Simplemente que reconoces la realidad tal cual es y haces lo que necesites hacer tú, para ti, al respecto, aceptando las consecuencias y desde tu integridad.
Fotograma de «La princesa prometida» de Rob Reiner
Voy a poner una idea sobre la mesa… una idea un poco radical… descerebrada quizás, y que puede enfrentar una creencia metida profundamente en nuestras mentes (me incluyo). La idea es:
“Una relación de pareja no tiene por qué ser una relación “especial”. No tiene por que ser ni más profunda, ni más significativa, ni más íntima que otras relaciones que tienes en tu vida. Esa idea nace desde una profunda inseguridad”
Ahí la dejo…
Antes de que me empeceis a lanzar tomates o cosas peores voy a explicar un poco lo que quiero decir: