
Quién da más!

Hay dos tipos de personas en el mundo: las que se hacen cargo de su vida y las que no.
Creo que he mencionado esta idea muchas veces, pero ayer en las fiestas de San Isidro me chocó como han cambiado las cosas, y aunque en apariencia pueda parecer que es a mejor, creo que en realidad es todo lo contrario…
Un video en loop en el escenario de Las Vistillas repetía un mensaje (muy condescendiente en mi opinión) explicando todas las facilidades que había puesto el ayuntamiento para que las fiestas fuesen seguras y accesibles para todo tipo de público haciendo hincapié en discapacitados y mujeres, explicando todas las formas de denunciar una agresión machista (o sospecha de agresión) con puestos, grupos de whatsapp, etc… (curiosamente se olvidaron de los niños…)
Al margen del lugar en el que deja a las mujeres ese mensaje, y también al margen de que básicamente estaban haciendo publicidad para demostrar lo «virtuosos» que son de boquilla (estamos en campaña al fin y al cabo), para mi hay un asunto que me llama la atención y me parece muy perverso: la promoción del «cuidado vertical»
Cada vez más, oímos el mensaje desde entornos políticos, normalmente progresistas pero también de derechas, de que el estado es el encargado de velar por nuestro bienestar. Y sí, en parte es correcto: Para eso está la policía y demás servicios disponibles para el ciudadano, así como la sanidad pública, la educación, etc…
Pero el problema llega cuando pasamos de tener disponible un servicio que podemos decidir cuándo y cómo usar, si lo necesitamos, a tener a una especie de ente superior que no solo está ahí para atendernos en momentos puntuales por nuestra propia decisión, sino además, vigilarnos y decirnos cómo actuar constantemente. Un poco como un padre pesado que no para de tratar a sus hijos como si fuesen bebés, impidiendo su desarrollo natural y su proceso de madurez…
Esta tarea que se han propuesto hacer los políticos de educarnos, decirnos como tenemos que pensar o actuar y, como en el caso de las fiestas: asegurarnos constantemente que están ahí para nosotros (que «nos cuidan»), es infantilizadora.
Y es una forma de organizar el apoyo que va de arriba a abajo, con ese ente que tiene el poder distribuyendo esos «cuidados» a los ciudadanos como si fuesen los profesores en un patio del recreo, cuidando que los niños no se hagan daño mientras juegan.
Ya escribí sobre esto de forma general hace un tiempo: la frasecita de marras de Simone de Bouvoir… pero el otro día vi un ejemplo perfecto de lo dañino de esa forma de entender la vida que da carta blanca a la instrumentalización del dolor ajeno para avanzar tu causa.
Continuar leyendo «El daño de convertir lo personal en político»Se ha hecho viral la denuncia que han hecho unas chicas a un policía que se había infiltrado en movimientos sociales en Cataluña y durante años mantuvo relaciones con ellas, alguna de más de dos años según leo.
Continuar leyendo «Vidas de mentira»Siguiendo la linea de lo que lleva ocurriendo ya años, volvemos a tener otro episodio donde se pone de manifiesto la necesidad de control, el autoritarismo, el intento de infantilización forzada de la gente y una posición de superioridad moral esperpéntica digna de cualquier dictador de tres al cuarto sacado de nuestro oscuro pasado y actualizado con vestimentas de colores y purpurina.
Continuar leyendo «Españoles y españolas… Franco a vuelto…»He visto el vídeo de Rigoberta Bandini “Ay Mamá” y la respuesta de los Meconios “Ay Papá”, presentada como parodia pero igualmente con un tinte emotivo en su reivindicación de la labor del padre en la crianza. Hay algo que no me ha gustado en ambas canciones y es el intento de politizar este tema tan fundamental en nuestras vidas.
En concreto me estoy refiriendo a la línea donde habla del miedo a las tetas/penes y donde en la versión sobre los papás aprovecha para hablar de la criminalización del hombre. En la original, en el vídeo, te mete la “pullita” de la teta gigante destruyendo a la nave “hombre”.
Hay una frase famosa, cliché ya, que siempre me ha resonado como absurda, es la muy repetida «Lo personal es político» de Simone de Beauvoir. Ignoro el contexto en el que pronunció esta frase, y la conexión que voy a hacer es totalmente mía, sin bases históricas… pero interesante para mi…
Ay ay ay… todo vuelve, las viejas modas, los pantalones campana… vienen, se van… Pero si hay algo constante es la obsesión de algunas personas por controlar la vida de los demás… ya sea por religión, ideología o cualquier otra razón…
En fin.. Lo del nuevo puritanismo y atacar a mujeres que se visten como les de la gana no es nada nuevo, pero ahora vamos un paso más allá con eso de que el PSOE quiere prohibir la prostitución. Y tal y como está redactada la nueva ley, también la producción de contenido sexual… Dentro de poco nos dirán como vestir o cuanta carne se puede enseñar al ir por la calle… ¿Prohibirán también darse el lote en público? Parece que los que tienen nostalgia de la época franquista son ellos… (por cierto… que el PP parece apoyar esta ley… se juntaron los rancios con los “modernos” pero todos igual de autoritarios…)
Recuerdo cuando decían que ver películas violentas fomentaba la violencia, cuando decían que los videojuegos violentos igual… Ahora es la pornografía la que por lo visto fomenta las violaciones… Que los estudios reales no corroboren semejantes burradas pues ¿Qué mas da? La verdad no es importante… Ejercer el poder sobre los demás e imponer sus ideologías es mucho mejor…
¿Y si finalmente ocurre? Pues toda esa industria se largará del país y producirá desde fuera. Muy bien eso de echar a la gente que da trabajo y produce dinero. Dinero del que se recaudan los impuestos que hacen posibles todos los servicios públicos, por cierto… ¡¡Ah no!! Qué siempre podemos aumentar la deuda y ya está… que el dinero es gratis…
En fin… seguimos con la locura… ¡ánimo!
No creo que se refiera a la definición de anarquía que me gusta a mi, pero me ha hecho gracia el párrafo.
Pedazo de libro, por cierto…. De lo mejor de Tom Robbins para mi…
Sin duda una de las protagonistas más importantes de estas elecciones: las cervecitas! En fin… disfrutémoslas mientras podamos…
No suelo hacer ningún comentario político en esta página, lo que no implica que no tenga mi opinión sobre los hechos que han ido ocurriendo en nuestra sociedad los últimos meses, opinión que suelo reservar para mi círculo privado.
Tras lo ocurrido en Vallecas, me apetece expresar alguna reflexión.
Continuar leyendo «Justificar la violencia»