
“Cuesta arriba”

Hay dos tipos de personas en el mundo: las que se hacen cargo de su vida y las que no.
La vida parece complicada.
Hay una máxima en la improvisación: dar siempre un «sí». Esto lo sé porque un amigo mío trabaja con este tema.
Cualquier situación que se presenta durante la improvisación se acepta, se integra y se juega con ella… ¿Por qué no jugar también con las situaciones que se nos presentan en la vida?
Despertar temprano y buscar la distracción. Hacer algo porque hay que hacer algo, siempre, rellenando los huecos naturales que la vida deja entre cada cosa que ocurre. Tener una tarea para sentirte útil de nuevo y pensar: “Ahora hay algo que puedo dar, que puedo entregar y observar: ¿Hay una respuesta? ¿Sirve de algo? ¿Afecta al entorno?” Como un científico que experimenta tocando aquí y allá, mezclando una sustancia con otra… “Ah! Hay reacción!” Algo nuevo sucede y el sentimiento de satisfacción crece llegando a un pico para luego descender poco a poco… Volvemos a la “normalidad”… La vida continúa.
Continuar leyendo «Rellenando huecos»