La vida parece complicada.
Hay una máxima en la improvisación: dar siempre un «sí». Esto lo sé porque un amigo mío trabaja con este tema.
Cualquier situación que se presenta durante la improvisación se acepta, se integra y se juega con ella… ¿Por qué no jugar también con las situaciones que se nos presentan en la vida?
