Las «visicitudes» de las relaciones modernas

Quería poner «struggle of modern relationships» y no se si la traducción es la más adecuada… en fin… Empezamos:

Veía un video de un psicólogo que habla mucho sobre las relaciones desde un punto de vista crítico con el feminismo moderno, y comentaba el hombre que muchas mujeres con las que habla le comentan que son mujeres de éxito, con una carrera potente y buen sueldo, responsables y de «alto valor», y se ven en la situación de no encontrar hombres que estén «a su altura» para comenzar una relación. Se tienen que conformar con hombres de menos éxito o «valor» y muchas de ellas casi prefieren quedarse solas.

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Ante esto, el hombre comenta algo así como «bienvenida al mundo de los hombres», dando a entender que esa es la posición que han tenido los hombres tradicionalmente, aportando todo ese valor en la relación para una persona que «claramente está por debajo»

No voy a entrar en el tema de si es la mujer o el hombre, o qué rol han de tener en una relación. No me interesa… Lo que me interesa es la visión transaccional que estas personas (sean hombres o mujeres) muestran al expresar esta queja.

Igualmente, he de decir que la comparación no me parece adecuada ya que antaño, cuando era el hombre el que podía desarrollar su carrera, trabajando fuera de casa, y la mujer se quedaba, ésta tenía una gran responsabilidad, ocupandose casi siempre de la economía familiar y trabajando como mínimo tanto como lo hacía el hombre, por lo que no se podría poner el peso de la responsabilidad de esa relación en el hombre. Cada uno a su manera podía aportar de forma equivalente…

En cualquier caso, y centrándome en la queja anterior, tenemos un modelo de relación donde lo que se valora es lo que el otro me puede aportar a mi: Qué me puedes dar…

Primero y por supuesto: que cada cual haga lo que le de la gana y se junte con quién quiera… eso por descontado. Pero alguien que expresa una queja como esta, claramente no está contento con su situación… por lo que podría intentar indagar un poco a ver qué está pasando ahí.

Qué estás dispuesto a dar

Una relación sana está sustentada por el amor. Sí, puede sonar ñoño en estos tiempos modernos donde el amor romántico es señalado como tóxico, y el nivel enfermizo de individualidad y egoismo hace que todo se convierta en un intercambio comercial… Y sí, el amor romántico puede ser tóxico cuando se basa en la necesidad de idealizar al otro y que cumpla esas expectativas imposibles… pero no creo que eso sea amor…

Para mi una relación es un proceso donde poco a poco vas reconociendote en otra persona. Al conocerla de forma más profunda, al involucrarte en su vida y vivir sus desafíos de cerca, al ir entendiendo sus motivaciones, sus peculiaridades, no puedes evitar sentir que todo eso, de alguna manera, pasa a formar parte de tu vida… de ti.

Amor es reconocer que formas parte de algo más amplio, que no solo buscas tu bienestar personal si no que esa búsqueda también es para otros que están fuera pero sientes como parte de ti. No en el sentido de que les vayas a controlar como una extensión de ti mismo sino desde el reconocimiento de su individualidad y la aceptación de quiénes son. Te importan.

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Y que conste que todo esto vale tanto para relaciones de pareja como de amistad o familiares… de hecho suele ser más fácil verlo cuando tienes hijos…

Cuando amas te entregas. Te das. Y no, eso no significa que aceptes el abuso de otra persona. No significa que quieras estar en relación con alguien que «te chupa la sangre». Simplemente significa que amas y al amar buscas lo mejor para ambas partes de la relación (incluido tú, claro) y una dinámica tóxica no es lo mejor para nadie… En ese caso irse también es una decisión que puede estar tomada desde el amor.

Lo que te van a dar

¿De verdad es tan importante? Obviamente, dos personas que se aman van a tener unos intereses similares por el bienestar del otro. Si pueden aportar algo lo harán, si no es dinero será esfuerzo y tiempo, pero su intención se expresará a través de acciones concretas. Es posible que esas acciones no se correspondan con lo que tú esperas que aporten en un momento concreto, pero ahí tienes tú un problema, porque eres tú el que no es capaz de apreciar lo que se te está dando…

¿Por qué quieres tener pareja?

El problema es que para llegar ese punto donde dos personas se aman (y creo que ha quedado claro que no estoy hablando del enamoramiento fugaz del principio) hay que llegar a conocerse muy bien, por lo que de primeras no va a haber una relación de pareja real, y puede que nunca se de (por muchas razones en las que ahora no voy a entrar). Es por eso que la prisa es una mala compañera…

Normalmente lo que sustenta una relación que comienza, cuando dos personas no se conocen mucho, es la atracción inicial, ya sea física o incluya otros aspectos. Ese enamoramiento inicial (si se da) o ese interés/atracción sustituye temporalmente al sustento más duradero que será (si se acaba dando) el amor.

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Pero si ponemos por delante nuestro deseo (o necesidad) de encontrar a la pareja ideal por nuestras razones personales (sean las que sean: recibir «cariño», reconocimiento, tener una familia, etc…) estaremos ya juzgando al otro en función de cómo veamos que será capaz de satisfacer esas necesidades. No solo eso, le estaremos poniendo una presión brutal para que sea eso que queremos que sea… no al principio claro, porque saldría huyendo, pero poco a poco, cuando haya más confianza, cuando se desarrolle el apego: iremos mostrando nuestras «cartas» y ese suele ser el momento en el que comienzan los conflictos…

Porque en ese proceso nunca nos importó quien era esa persona realmente. Le pusimos un papel en nuestra vida y le juzgamos en función de lo bien que lo interpretó…

Por eso es importante la pregunta de por qué quieres tener pareja… porque quizás esa necesidad es algo a mirar dentro en lugar de algo a resolver fuera, buscando alguien que la satisfaga. De esa forma se puede empezar una relación sin expectativas, permitiendo que se desarrolle en su dirección natural, en coherencia con quién es cada una de las personas involucradas. Y será pareja, o amistad, o nada (lo que tenga que ser) no por nada místico, si no por cómo es cada uno y cómo puede encajar o no con el otro… Así de simple…

Volvemos…

Visto esto, queda claro que todo el argumento del que hablo al principio pierde todo el sentido (si es que lo llegó a tener alguna vez)… Primero: valorarte a ti o al otro en función del atractivo físico, la reputación o el dinero es ridículo porque nada de eso es determinante a la hora de encajar o no con alguien. Obviamente ha de haber una atracción inicial, pero eso no es algo que ocurra desde la lógica y normalmente tiene que ver con nuestro inconsciente y factores que se nos escapan.

Una vez se da esa atracción de forma mutua entre dos personas, puede empezar el proceso de conocerse poco a poco y sin expectativas. Es más un descubrimiento gradual, una exploración… Y sobretodo es importante darse cuenta de que ese proceso en sí ya tiene valor, siendo una experiencia que te aporta un gran aprendizaje y que independientemente de la conclusión que tenga, es igual de valiosa.

Porque al final verás el amor que hay en el mero hecho de que dos personas se acercaron y compartieron, descubrieron y se descubrieron juntos, se conocieron a través del otro y quizás se llegaron a aceptar… acabasen siendo pareja o no…

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